El Colegio de Médicos de Bogotá pidió declarar la alerta roja hospitalaria y emergencia sanitaria a las autoridades del Distrito. Dicen que el panorama en las unidades de cuidado intensivo (UCI) es crítico.
Actualmente, algunos hospitales o clínicas están a tope, por lo que los pacientes necesitan ser trasladados a otras instituciones médicas.
En 8 instituciones privadas lograron contabilizar cerca de 33 pacientes ventilados.
Ante esta situación, advierten que se necesita estar preparados porque a finales de enero - principios de febrero, si no se hacen planes de contingencia, la situación en Bogotá se puede salir de control.
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“El asilamiento por localidades es un primer paso, pero hay que continuar con más medidas. El desabastecimiento de medicamentos es una realidad, la falta de personal de salud, la falta de espacio", sostiene Fabián Rosas, presidente de la Asociación de Especialistas en Medicina de Urgencias.
Según la página de Saluddata, en Bogotá la disponibilidad para atender pacientes críticos que necesitan unidades de cuidado intensivo está llegando al límite. El nivel de la ocupación general, que suma COVID y otras enfermedades, es del 83,7%, un indicador que no se veía desde agosto.
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“Definitivamente tenemos que tomar todas las medidas y especialmente hacer caer en cuenta a la comunidad de tener conciencia”, dice Ricardo Navarro, decano de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia.