Una vez más, ahora por el coronavirus, perdieron lo poco que habían ganado. Se van con los brazos vacíos, sin nada para comer ni pagar un arriendo.
Con sus maletas a cuestas, y en grupos de a dos o tres, pero también hasta de 10, caminan las familias venezolanas en Bogotá.
Algunos con niños y hasta bebés de brazos transitan por las vías que conducen a las salidas de la ciudad.
"Vamos para Venezuela, somos de Soacha. Por cuestión de trabajo, y como no tenemos cómo sustentarnos, nos tocó devolvernos", dice Gregorio Pérez, quien junto a su familia busca volver a su tierra.
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Ellos afirman que la crisis del COVID-19, que ha provocado un bajonazo económico en Colombia, los obligó a volver a caminar.
“Teníamos trabajo, pero con la cuestión de la cuarentena no podemos trabajar. Como yo, son muchos”, dice Gregorio.
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En la calle 80, en Bogotá, también se observan a estas familias que, con todo y trasteo, continúan caminando y así piensan llegar a Venezuela, pues son conscientes que no hay transporte intermunicipal.
Aunque la situación en Venezuela no es mejor, ellos aseguran que en Bogotá es imposible lograr pagar el arriendo y que por ahora lo que más necesitan es un techo.
"Allá está mi casa, de allá nadie nos saca, de aquí sí", manifestó otra joven errante, quien camina con su bebé en brazos.
Para expertos, esta situación los expone aún más a terminar contagiados o a aglomerarse en las fronteras.
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Los pasos fronterizos permanecen cerrados, así que para las autoridades migratorias, aunque estas familias logren llegar caminando, no podrían pasar a su país.
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