La situación de los niños embera, cuyas familias están asentadas en el Parque Nacional Bogotá, es cada vez más compleja. Según cifras del Distrito, han muerto 24 menores en los últimos 3 años.
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Las imágenes son desoladoras: hambre y precariedad viven decenas de niños de la comunidad embera en el Parque Nacional. Los pequeños se ven descalzos y jugando en medio de las calles, el barro y los desechos.
Entre ellos mismos se cuidan, se bañan, comen lo que pueden y tratan de sobrevivir. Sin embargo, la falta de condiciones dignas de salud y alimentación ya ha cobrado la vida de 24 niños indígenas, de acuerdo con la Secretaría de Salud.
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¿Por qué han muerto los niños indígenas?
Uriel Kemberde, líder indígena de la comunidad embera de Risaralda, indicó que los menores han fallecido “por mala condición, por frío, hambre y salud. No nos quieren escuchar, no quieren dar alimento”.
Hoy los menores pasan hambre, comen lo poco que la comunidad logra conseguir para alimentarlos, el peligro los acecha y su baño es una pequeña quebrada que recorre el Parque Nacional. En medio del juego y solos tratan de distraerse.
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Para el líder de la comunidad, las autoridades los tienen abandonados.
“Ellos no quieren resolver, aparecen diciendo mentiras, están haciendo engaños”, dijo Kemberde.
La Secretaría de Salud aseguró que desde hace tres meses pidieron al ICBF la activación de la ruta de los derechos de la menor de tres meses que murió por una broncoaspiración en el Parque Nacional y que han presentado dos denuncias ante la Fiscalía, debido a que se ha impedido el acceso de las misiones médicas para atender a los pequeños.
Frente a la denuncia, la Fiscalía General de la Nación tiene cifras totalmente distintas sobre la muerte de los menores y afirma que las causas de los fallecimientos aún están en indagación.
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El ICBF asegura que ha brindado atención a la primera infancia, pero tampoco da mayor información frente a lo sucedido con los niños de la comunidad indígena.
La Defensoría del Pueblo hizo un llamado a la comunidad y demás instituciones encargadas para que velen por los derechos de los pequeños.
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