Los habitantes del barrio Prado Veraniego, al norte de Bogotá , están cansados de la delincuencia. Uno de los casos más recientes, y que tiene indignada a la comunidad, fue el atraco a mano armado al conductor de un vehículo que se transportaba con dos menores de edad.
Según los habitantes del sector, a los constantes hurtos se suma la falta de acompañamiento de las autoridades. Incluso, se habla de tomar justicia por mano propia.
“Hay que hacer unas brigadas con los mismos de la comunidad y ponernos todos de acuerdo: delincuente que llegue, que veamos, nos toca amararlo a un palo y que lo dejen 10 días aguantando hambre”, advirtió Manuel Valbuena, residente de Prado Veraniego.
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“No vemos nada de seguridad, a la gente la atracan y por aquí no aparece nadie”, añadió el ciudadano.
La principal preocupación de la comunidad es el uso de armas traumáticas, o de fogueo, las cuales no tienen restricción por ser consideradas no letales.
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“La mayoría de hurtos en Bogotá se hacen con armas traumáticas por una condición importante y es que estas no generan un problema delictivo, es decir, la persona que se encuentre cometiendo un delito con ella va a tener un proceso, pero no por porte ilegal de armas, que sería un tema mayor”, explicó Orlando Carrillo, experto en seguridad.
Con las denuncias, la mayoría apoyadas en las cámaras de seguridad del sector, la comunidad espera una mayor reacción por parte de la Policía.