Hildebrando Rivera García era el nombre del conductor de 60 años que arrolló en la noche del martes 25 de enero a una madre y su bebé emberas en la vía que comunica a Funza con Siberia, en Cundinamarca, y que luego fue linchado por miembros de la comunidad a la que pertenecían las víctimas.
Trabajaba en la empresa Ecosiecha hace dos años y una vez ocurrió el accidente se comunicó con el gerente de la empresa de aseo, Mario Calderón, para informarle lo que había ocurrido.
“‘Don Mario estoy en el camión, no me dejan bajar, se me atravesó un muchacho, yo no lo vi, estoy en Funza’. Su voz era de desesperación”, relató el empresario a Blu Radio.
El conductor que arrolló a las emberas temía por su vida y unos minutos después, cuando quisieron comunicarse con él, un desconocido respondió: “No llame más a este hijueputa que lo vamos a matar”.
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Videos mostraron cómo varios indígenas emberas atacaron y golpearon despiadadamente a Hildebrando por la muerte de Ermilda Tunay Sintua, de 36 años, y de su hija Sara Camila García Tunay, de 1 año y 9 meses.
Por la gravedad de las heridas, el hombre de 60 años fue trasladado inicialmente al Hospital de Engativá “con múltiples traumas en cráneo, tórax y abdomen”, según un informe oficial.
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Posteriormente fue trasladado al Hospital Simón Bolívar donde falleció por un paro cardiorrespiratorio.
Debido a la gravedad de las múltiples lesiones fue ingresado al servicio de cirugía, en donde durante el procedimiento quirúrgico para el control de daños presenta paro cardiorrespiratorio. A pesar de las maniobras de reanimación, lamentablemente la persona fallece.
La madre e hija emberas muertas en el accidente de tránsito estaban asentadas hace 5 meses con su comunidad en el parque La Florida.
Hasta allí llegó un equipo de fiscales del municipio de Funza para realizar las primeras indagaciones por lo ocurrido con el conductor. Autoridades distritales también se reunieron con los voceros de la comunidad para esclarecer los hechos y, si es el caso, judicializar a los responsables del linchamiento.
Entretanto, los emberas decidieron “salirnos de aquí para Bogotá, trasladarnos, porque este lugar no es seguro, hay inseguridad, no hay policía ni estación cercanos, caminamos más de 35 minutos”, según el vocero de la comunidad, Mariano.
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El abogado penalista Ricardo Burgos habló de la responsabilidad de los indígenas en la muerte del conductor.
“Seguramente intentarán acudir a la jurisdicción indígena, no siendo viable por la clase de circunstancia que rodea el delito y deberá conocer la justicia ordinaria, es decir, la Fiscalía General de la Nación abrirá investigación previa y las personas responsables deberán ser judicializadas por homicidio agravado, que comporta una pena en el código penal colombiano de entre 33 a 50 años de prisión”, explicó.
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