Con la lista de identificación en mano y diferentes manillas, las familias embera comenzaron a abordar los 20 buses dispuestos para su traslado que los recogería desde el Parque Nacional. Desde las 6 de la tarde, los vehículos se dispusieron para llevarlos hacia el Chocó y Risaralda.
Agradecieron su estadía en el Parque Nacional
Fabio Arestes, líder embera, mencionó: "Estamos contentos porque encontramos nuestro territorio, de volver a nuestro territorio”. Otro de los líderes embera agradeció la estadía que les brindaron varios de los vecinos al Parque Nacional.
Uno tras otro, las familias embera subían a los buses con sus animales y pertenencias para iniciar el viaje hacia Pueblo Rico, Risaralda. Desde allí, se dispersarán por familias a diferentes lugares del territorio nacional.
Las autoridades mencionan que no esperan que no se vuelva a presentar
Lilia Solano, directora de la Unidad de Víctimas, señaló: “Entra Prosperidad Social con los recursos, ICBF, el Ministerio de Vivienda, Salud Educación y estará articulando la Unidad para las Víctimas”.
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En medio del retorno, el Parque Nacional muestra el impacto del asentamiento que duró 11 meses: escombros esparcidos, árboles talados y ropa en el suelo. Se estima que la restauración del parque tomará dos meses.
“Vamos a garantizar que cuando haya precisamente un esfuerzo, porque muchos quieren llegar a Bogotá, ahí vamos a trabajar en un cambio de modelo que permita un tránsito de esas poblaciones que permanezcan temporalmente que permanezcan acá, pero que no afecten otros entornos como ocurrió en este caso”, dijo Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá.
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Durante los 11 meses que las familias embera estuvieron en el parque, nacieron 300 niños. Los acuerdos de retorno estipulan que el Gobierno nacional garantizará servicios de salud, vivienda, educación y otros beneficios para estas familias. Además, el Distrito asegurará la seguridad alimentaria para 160 familias mediante transferencias monetarias.