Desde Nariño, Risaralda, Medellín y hasta de Ecuador llegaron a Bogotá 11 de las 22 familias de los cadetes asesinados por el ELN, grupo que perpetró el atentado contra la Escuela General Santander
de la Policía el 17 de enero de 2019, hace cinco años.
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Sus allegados afirman que el dolor por la pérdida de los jóvenes se siente como el primer día.
“No ha cambiado nada. La verdad es muy difícil para nosotros como padres y madres estar aquí hoy de nuevo reviviendo ese dolor que sentimos el 17 de enero de 2019”, dijo Claudia Peláez.
“Yo pienso que para todos los que estamos acá es como si fuera el primer día. Es mentira que el tiempo va curando. No, porque más los recordamos, más pensamos cómo estarían, cómo serían hoy cinco años después a su edad, en dónde los tendrían, si ya estuvieran casados, si ya nos hubieran dado nietos”, afirmó con la voz quebrada.
Y entre tanto, aún esperan que los responsables del ataque a la Escuela General Santander paguen por lo que hicieron.
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César Augusto Ojeda, padre del subteniente César Alberto Ojeda Gómez, denunció que “dejaron libres a cinco presuntos terroristas que tuvieron que ver con el acto de la muerte de nuestros 22 muchachos y más de 83 heridos, y los dejaron libres por vencimiento de términos”.
“Vuelven a revictimizarnos y volvemos nuevamente al dolor como aquel fatídico día”, afirmó.
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Roberto Chico, padre de la cadete ecuatoriana asesinada, sostiene que sigue “luchando aquí como corresponde para ver si algún día tenemos justicia por la muerte de nuestros hijos, ese es mi pedido a las autoridades, que ya no dilaten el caso, que ya nos den la justicia que merecemos, ya han pasado cinco años”.
Por su parte, Francisco Marulanda, padre del cadete Juan Esteban Marulanda Orozco, dice que en medio del dolor se han unido como “una familia, porque yo creo que en cada parte de esas tumbas de nuestros 22 hijos hay una parte de todos”.
“Eso es parte de nuestro dolor, que ni siquiera nosotros vimos, pero sí quedamos con el recuerdo más lindo de nuestros hijos, con el recuerdo de la sonrisa de ellos”, comentó.
El clamor de las familias de las víctimas de la Escuela General Santander es que se haga justicia y que los responsables de matar a sus hijos estén tras las rejas.
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