La Alcaldía de Bogotá puso vallas alrededor del parque de la Mariposa, donde más afluencia de vendedores hay, cerró cinco cuadras a la redonda e incrementó el pie de fuerza de la Policía, que está en cada esquina controlando la entrada y salida de personal.
Solo se permitirá el ingreso a bodegas con excepciones.
“La gente no se cuida, piensa que es jugando” lo del coronavirus , aseguró Ronald, que trabaja en la zona como vigilante.
Los vendedores dicen que no tienen ayudas económicas y necesitan llevar alimento a sus casas, por lo que esperan que les permitan volver a trabajar en el sector de San Victorino.