En los recientes juegos disputados en el estadio El Campín de Bogotá se han presentado caídas y resbalones de los jugadores. Además de las imágenes del pasado 23 de mayo cuando por más de una hora fue suspendido el partido entre Millonarios y El Peñarol de Uruguay por las actuales condiciones de la grama y las intensas lluvias.
Estas situaciones han hecho que muchos se sigan preguntando ¿qué pasa con el estado del campo de juego?
“La cantidad de lluvia que hemos tenido a diferencia de lo que pasaba en otros años que llovía más o menos 12 días al mes, en este año hemos tenido 22 días de lluvia por mes. Tenemos una gran cantidad de partidos comparado con otros años, este año tuvimos 56 partidos hasta el día de hoy y en el año anterior tuvimos 30 partidos hacia la misma época. A raíz de las dos anteriores, la grama es como cuando uno se le bajan las defensas y le da gripa, se le bajaron las defensas y una bacteria atacó a uno de los tipos de grama que tenemos acá”, indicó Blanca Durá, directora del Instituto Distrital de Recreación y Deporte.
Y, principalmente, la presencia de esa bacteria en la gramilla estaría deteriorando uno de los tipos de pasto, lo que sumado a las intensas lluvias no han permitido que la cancha respire el tiempo suficiente.
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“Vamos a hacer un cambio completo de una zona de 260 m² en la cual tenemos ese tipo de grama, que se llama Poa, que está afectada con la bacteria”, dijo Durán.
El IDRD había explicado en un comunicado que “a pesar de la aplicación de los fungicidas, insecticidas y bactericidas contemplados en los protocolos agronómicos deportivos y los eventos de las artes escénicas, esta bacteria se desarrolló como resultado de los cambios extremos de temperatura y humedad presentados entre el 10 y el 17 de abril”.
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Según el Distrito, el campo de juego ha estado en óptimas condiciones para los próximos encuentros de fútbol.
Y sobre las críticas que han generado los diferentes conciertos realizados en El Campín, el Distrito dice estar aplicando la ley de artes escénicas y una estrategia de balance para no dañar el terreno de juego.
“Nosotros nos vemos obligados por esta ley a prestar el estadio para conciertos y para otro tipo de eventos dado que es un escenario público”, agregó Durán.