Toda una ‘escuela’ criminal para adultos mayores quedó al descubierto por un grupo especial de la Policía de Bogotá. De acuerdo con las autoridades, una banda de traficantes los entrenaba para la distribución debazuco.
La información de su modus operandi fue recaudada por una agente de la unidad de estupefacientes de la Sijín, que durante casi seis meses estuvo infiltrada en la banda Las Yayas.
“Tenían como tales dos puntos de distribución, uno era en una casa roja al lado de un árbol y el otro era en un cambuche”, contó la agente.
Mientras tanto, otra compañera suya también se metió en el corazón de otra banda que trabaja en complicidad con Las Yayas. Se trata de la banda La Virgen en Bosa.
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“Nos llevó tiempo realmente para que la agente encubierta se ganara la confianza de ellos”, manifestó.
“Los distribuidores en muchas ocasiones son menores de edad, con el fin de evitar la acción penal en el proceso investigativo”, indicó el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía de Bogotá.
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Fue así como las dos mujeres identificaron uno a uno de los jefes e integrantes de las dos organizaciones para lanzar el operativo en el que lograron capturar once integrantes de la red.