Miller Stiven Falla, una joven promesa del fútbol colombiano que jugaba en un equipo afiliado a las divisiones inferiores del club América de Cali, fue asesinado en la noche del sábado 2 de abril en la localidad de Kennedy, en Bogotá, por delincuentes que le robaron el celular. Una cámara de seguridad captó a los sujetos cuando huyeron.
Jhon Falla, padre del adolescente, contó que el menor caminaba “con dos compañeritas del colegio” cuando fueron interceptados por los delincuentes.
“A las niñas, un venezolano le puso un revólver en el pecho. Le pidió el celular y la niña le dijo que no tenía celular. Le pidieron el celular a mi hijo, mi hijo se lo pasó normal, sacó su celular, alzó la camiseta y se lo pasó. Al momento de él pasarle el celular, el venezolano le metió el tiro en el abdomen. Mi hijo cayó al suelo, se quedó mirando a la compañerita y le dijo ‘tranquila, no pasa nada’ y ya, se fue cerrando los ojos, lo llevaron para la Clínica del Occidente y llegó sin signos vitales”, agregó sollozando.
El papá de Miller Stiven Falla no entiende por qué “le cortaron el futuro a un niño deportista. Desde los 5 años entrenaba el fútbol, llevaba 10 años entrenando el fútbol, no se merecía que me le hicieran una cosa de estas a mi hijo. Por favor, exijo justicia”.
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El adolescente jugaba con el grupo Sub-15 América de Cali en el Club Andino de Bogotá.
Giovanny Marín, directivo del equipo, afirmó que es “totalmente inaceptable que por la situación de inseguridad por la cual atravesamos cobre la vida de un niño e interrumpa sus sueños, todo por robarle un celular”.
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El mayor Luis Acosta, comandante de la estación de Kennedy, afirmó que se trabaja “con todas las unidades de Policía Judicial e Inteligencia mediante la investigación para poder dar con la captura de estas personas, que serán judicializadas y puestas a disposición de la Fiscalía General de la Nación”.
El padre de Miller Stiven Falla dice que no quiere que otros sufran lo que él. “Hoy fue el hijo mío, mañana quién sabe el hijo de quién. Exijo justicia”, insistió.
Este futbolista asesinado será recordado como el joven que deslumbraba con su juego en la cancha, el que madrugaba todos los días a las cinco de la mañana con disciplina para entrenar y que perdió la vida, sus sueños, en medio de un robo por un celular.