Ana María Castro Romero desapareció el miércoles 4 de marzo y su mamá supo de ella 12 horas después, al recibir una llamada donde le dijeron que estaba en un hospital.
La joven de 21 años salió con unos amigos a una discoteca del norte de Bogotá, hacia las 4:30 de la tarde.
“Me voy a encontrar con Paul Naranjo”, le dijo a su mamá Nidia Romero antes de salir.
La última vez que chatearon fue a las nueve de la noche del miércoles y después no supo más de Ana María.
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La llamó decenas de veces sin recibir respuesta y solo conoció su ubicación hasta el mediodía del siguiente día.
Doña Nidia se enteró de que la habían trasladado del hospital de Engativá al Simón Bolívar por un accidente.
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“Llego es a reconocer el cadáver de ella, pero no sé qué pasó”, expresó la madre de la joven.
La muchacha estaba sobre la calle 80 con avenida 68, luego de caer de un carro. No se sabe si cayó accidentalmente o si alguien la empujó.
Ana María sufrió varios golpes y tenía un trauma craneoencefálico severo.
Uno de los compañeros que estaba con ella al parecer se bajó del carro y la auxilió.
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Ninguno de los jóvenes se ha pronunciado por el extraño accidente, pero ya han rendido testimonio ante la Fiscalía.
“Necesito saber qué pasó con mi hija para poder estar más tranquila”, es lo único que la mamá de Ana María les pide a las personas que estuvieron con su ser querido antes de que muriera.
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