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La detención de un menor de edad que habría participado en el homicidio del concejal de Tuluás Carlos Arturo Londoño pone al descubierto lo que sería una escuela de sicarios del grupo criminal La Inmaculada.
El menor de 16 años, aseguran las autoridades, llegó herido a un hospital tras el ataque a tiros contra el concejal en Tuluá.
“Estamos trabajando sobre la retención también de un menor que tiene que ver o que está comprometido con el homicidio del concejal de Tuluá que ocurrió en estos días”, informó el coronel Edwin Urrego, director de la Dijín.
Y es que ese menor no es el único niño utilizado como sicario por La Inmaculada, según la Policía. “Tienen lo que es la instrumentalización de menores quienes, de manera inicial, empiezan suministrándoles sustancias estupefacientes, luego empiezan a asignarles ciertas tareas dentro de la estructura, la venta de esas mismas sustancias, y algunos de ellos incluso son instrumentalizados para la comisión de diferentes homicidios, especialmente en esta jurisdicción”, explicó el coronel Urrego.
El director de la Dijín afirmó que la Policía Nacional tiene “información de que algunos de esos sicarios han recibido entrenamiento en una escuela de seguridad privada”.
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Al menos 60 de esos hombres, entre los que hay sicarios, extorsionistas y traficantes de drogas, asegura la Policía, siguen recibiendo órdenes de al menos cinco cabecillas de La Inmaculada, entre ellos, Pipe Tuluá, desde las cárceles de máxima seguridad donde algunos de ellos están detenidos.
“La Inmaculada es un grupo delincuencial común organizado que aproximadamente desde 2013 viene delinquiendo. Comenzó con alias Porrón y con Jhon Steven. Posteriormente a la captura de estas personas, alias Pipe Tuluá genera este grupo”, manifestó el coronel Giovanni Cristancho, comandante de la Policía del Valle del Cauca.
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Incluso, La Inmaculada es la que pone los precios a la canasta familiar en Tuluá. “Un atado de cilantro, que puede valer $4.500, allá valía 18.000 pesos”, afirmó el coronel Cristancho.
La Policía explicó que, en casi diez años de actuar criminal, La Inmaculada ha recibido los más contundentes e impactantes golpes durante los últimos meses.
“El año pasado hubo 127 capturas de estas personas, 66 armas de fuego, una tonelada de estupefacientes incautados. Este año, llevamos 60 capturas”, aseguró el comandante de la Policía del Valle del Cauca.
Con la llegada de al menos 200 efectivos de la Policía a Tuluá, en los primeros meses del 2024, las autoridades le han incautado a La Inmaculada cerca de 800 kilos de drogas ilegales y casi 30 armas de fuego.
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