La peligrosa organización, que sería responsable de al menos 11 crímenes ocurridos en 2018, las citaba para darles un trabajo y las remataba.
“San Andrés se volvió invivible”, eso es lo que dicen varios habitantes de la isla ante lo que investigadores han llamado una guerra entre narcotraficantes, en la que se incluye esta banda.
En uno de los más recientes asesinatos, citaron a su víctima para ofrecerle empleo y luego la mataron a tiros.
Un grupo especial de la Dijín trabajó, entonces, para dar con los responsables. Con agentes encubiertos, logró entender la estructura e identificar a varios integrantes de la banda.
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“Una organización de una estructura ya no existente, pero que proviene del norte del Valle, se asentó sobre la costa Caribe colombiana. Desde ahí viajan a San Andrés, utilizan en asocio a una organización existente denominada Los Mellos de Casandra, con ellos hacen una agrupación delincuencial única y realizan los envíos de droga hacia Centroamérica”, explica el general Jorge Vargas, director de la Dijín.
Una vez conocido el modus operandi, uniformados ejecutaron el operativo, una redada que permitió capturar 13 personas. Fueron judicializadas en Cartagena y enviadas a prisión.
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