El Ministerio de Ambiente reveló que las más recientes cifras de deforestación en Colombia son las más bajas en los últimos seis años. Sin embargo, hay regiones donde no cede como en el Catatumbo, el nordeste antioqueño y Putumayo, donde tuvo un ascenso del 26%.
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Las cifras de reducción de la deforestación en el arco amazónico, que representa el 66% del problema en todo el país, bajaron, pero el Putumayo no cede, por el contrario, crece y causa preocupación, aseguró la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.
“El Guaviare tuvo una reducción del 35%, el Caquetá del 31% y el Meta del 25%. Sin embargo, el Putumayo tuvo un aumento del 26%”, señaló Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
También preocupan la región del Catatumbo, en Norte de Santander, Chocó y la Serranía de San Lucas, en Antioquia, donde los grupos armados han consolidado su dominio, por eso el proceso de paz está ligado a la contención de la deforestación, según la ministra.
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“El tema ambiental sea central en las conversaciones del alto comisionado de Paz con grupos que están en la región y que entren tanto el tema de los diálogos, donde haya diálogos como el ELN, que tiene influencia en núcleos de deforestación como el Catatumbo”, dijo Muhamad.
Según el Ministerio, en 2022, Colombia deforestó 10% menos que en 2021, la cifra más baja en los últimos seis años y un gran avance en el control del problema en parques nacionales.
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“En el año 2022 se deforestaron 9.260 hectáreas en estos 12 parques de la Amazonía y este año 2023, 393 hectáreas, es, de verdad, una reducción muy importante y tiene que ver con el proceso de acuerdos sociales”, señaló.
Menos judicialización de campesinos que han ocupado históricamente estas zonas y más concertación con las comunidades.
“Obviamente, incluiría proyectos productivos, de conservación, pero también la figura de las concesiones forestales que fue incluida en el Plan de Desarrollo para aquellas zonas que se mantienen en ley segunda y donde podríamos generar una economía forestal y de biodiversidad con el campesinado”, anotó la funcionaria.
La ministra anunció alianzas con la Unidad de Lavado de Activos del Ministerio de Vivienda y la Fiscalía, para rastrear los dineros de los grandes deforestadores y judicializarlos. Además, el Ministerio centra su trabajo en evitar la expansión de proyectos agroindustriales en zonas deforestadas.