Un baile de la comunidad LGBTI frente a la iglesia de San Gil, Santander, causó polémica porque algunos consideraron que ese no era el lugar para hacer el espectáculo. Sin embargo, activistas lo defendieron y dijeron que las personas “se escandalizan por lo que pasó frente a la catedral, pero no por lo que pasa adentro”.
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Julián Tangua, vocero del Colectivo Popular Guane y quien habló con Blu Radio, dijo que se eligió ese sitio porque “es el único espacio cultural del municipio. Allí, los hinchas han celebrado, también se han realizado actos políticos y van hasta borrachos”.
“La religión no puede oprimir nuestra forma de amar, amor es amor y el paro debe ser diverso, inclusivo y libre de estereotipos. Somos amor, somos diversidad", dijeron quienes participaron en el baile de la comunidad LGBTI frente a la iglesia de San Gil, que tuvo lugar el lunes tras una marcha realizada en el municipio.
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“Me parece una falta de respeto, vulgaridad y malos valores ese show sexual realizado en San Gil, sobre todo que irrespeten el símbolo de la religión como lo es el atrio principal de la catedral. Pueden hacer sus locuras en otro lado, pero no frente a niños, familias y sectores de la comunidad que no comparten estas ideas, orientaciones sexuales e ideologías”, dijo un habitante del sector.
“Ahí lo que hubo fue una expresión artística que hace parte de la movilización”, manifestó por su parte el concejal Fabián Aguillón, al pedir respeto y tolerancia,
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Durante el baile de la comunidad LGBTI frente a la iglesia de San Gil, la mujer empezó a quitarse la ropa hasta quedar con el torso semidesnudo y en ropa interior.
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