Un grupo de tres motoladrones armados obligó a una niña de tan solo 8 años a levantar las manos mientras amenazaba y robaba la salsamentaria de su mamá, ubicada en Madrid, Cundinamarca.
La menor de edad vio impotente cómo los delincuentes, que en ningún momento se quitaron los cascos, hurtaban el dinero y hasta el pollo que estaba guardado en el congelador.
Tras este hurto, los motoladrones llegaron a un supermercado, golpearon a un cajero con sus armas y desocuparon la caja registradora, además de atracar a algunos de los clientes que estaban en el sitio.
Terminaron su cadena de robos en una droguería, la que asaltaron en menos de tres minutos.
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No solo se llevaron el producido del día, sino que hasta les esculcaron los bolsillos a sus víctimas.