Un atentado contra el Ejército en Huila, específicamente en el municipio de La Plata, deja como saldo un soldado adscrito al Batallón #26 de la Novena Brigada muerto y otro herido.
Reportes preliminares señalan que delincuentes de las disidencias de las FARC emboscaron una patrulla motorizada la mañana de este martes, 21 de febrero, y la atacaron con explosivos, entre ellos, granadas de fragmentación.
Serían tres los uniformados del Ejército que transitaban por el sector conocido como Los Kioscos, en la vía La Plata – Inzá (Cauca) cuando se presentó el hecho. Uno de ellos, identificado como Wilmer Vargas Medina, perdió la vida en el hostigamiento y otro resultó con graves lesiones. El soldado asesinado había sido condecorado por su lucha contra narcotráfico.
El atentado contra el Ejército en Huila ha sido atribuido de manera extraoficial a las disidencias de las FARC, a la columna móvil Dagoberto Ramos.
Además de realizar este atentado contra el Ejército en Huila, los criminales habrían alcanzado a hurtar tres fusiles de los uniformados.
La columna Dagoberto Ramos es considerada como una de las más sanguinarias estructuras de las disidencias de las FARC y tiene alta presencia en esta zona entre el Huila y el Cauca.
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Las autoridades han informado que, tras el atentado contra el Ejército en Huila, en el área se registran combates.
En septiembre de 2022, en zona rural de Neiva, Huila, una emboscada a una caravana de la Policía Nacional dejó siete policías muertos.
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Columna Dagoberto Ramos
La Dagoberto Ramos está al mando de alias ‘David’ o ‘Chilonga’, un delincuente que, entre 2016 y 2018, estuvo vinculado a la Agencia para la Reincorporación durante el proceso de paz.
De acuerdo con información de las autoridades, alias ‘Chilonga’ habría designado a alias ‘Wilson’ o ‘el Negro’ como jefe de la comisión de la Dagoberto Ramos en el Huila, para realizar actos terroristas en esa zona del país, especialmente contra la fuerza pública, y así demostrar poder ante las autoridades y pequeños grupos delincuenciales que actúan en dicho departamento.
Esta sería una manera de extender sus tentáculos criminales y llegar con fuerza a Neiva, concretamente, para realizar proselitismo armado, retenes ilegales, reclutamiento forzado y extorsiones, actividades delincuenciales que ejercían con gran fuerza en Caquetá, Valle del Cauca y Cauca, zonas de influencia donde se fortalecieron desde el año 2017 con exguerrilleros del entonces frente sexto de las FARC.
Además, aseguran que, para esa organización criminal, el Huila sería una ruta estratégica que les permitiría obtener un poder y control absoluto de la cadena de narcotráfico, el principal músculo económico de la estructura criminal.