El ataque a un cajero electrónico, por parte de vándalos, obligó a las autoridades a desplegar al Esmad en inmediaciones de la Universidad Industrial de Santander, en Bucaramanga, lugar que se convirtió en un campo de batalla.
Cuando finalmente se acordó una tregua, algunos lanzaron bombas molotov, quemando a dos policías.
En contexto: Video: momento en que un policía del Esmad es alcanzado por una molotov en Bucaramanga
Otro fue alcanzado por una arandela de metal, que por la detonación se incrustó en su garganta.
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“Un elemento metálico propio de la construcción de artefactos explosivos para atacar de manera letal a la fuerza pública”, indicó el general Javier Martín, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga.
En total, seis policías resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital. El patrullero Hamilton Aldana fue operado de urgencia para retirar el objeto de su cuello, su pronóstico es reservado.
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“Es un paciente que se encuentra en una condición crítica, ya se le hicieron los estudios diagnósticos pertinentes. Es una lesión grave en la zona de cabeza y cuello” detalló Juan Pablo Serrano, subgerente del área quirúrgica del Hospital Universitario de Santander.
La Alcaldía rechazó los hechos de violencia.
“Todos debemos rechazar lo que sucedió en inmediaciones de la UIS cuando un grupo reducido de personas que estaban haciendo parte de las movilizaciones salieron de la Universidad Industrial de Santander ante una replegada para dar el corredor humanitario y atentaron contra la vida esas tres personas que hacen parte de la Policía”, señaló José David Cavanzo, secretario del Interior de Bucaramanga.
Entretanto, defensores de derechos humanos denunciaron que ocho de los manifestantes se vieron afectados en el rostro y extremidades por bombas aturdidoras.
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