“Asumimos nuestra responsabilidad”: extintas FARC aceptan imputación de la JEP por secuestros

A través de un comunicado, los antiguos mandos de las FARC y firmantes del acuerdo de La Habana señalaron que se reunieron, física y virtualmente, para analizar el auto 019 por el cual la JEP imputó cargos a esa guerrilla por los secuestros y atrocidades cometidas contra las víctimas de este delito en el marco del conflicto armado.

“Es por ello que debemos recordar que nosotros fuimos y somos una organización de carácter revolucionario, por lo cual, nuestro actuar insurgente siempre estuvo inspirado en la necesidad de transformar la sociedad y crear condiciones de vida dignas, pero también reconocemos que en ese proceso se presentaron hechos y conductas sancionables a la luzdel Derecho Internacional Humanitario. Hechos y conductas que han venido siendo reconocidas de manera individual y colectiva (comparecencia colectiva del 23 de septiembre de 2019) ante la JEP, la sociedad en general y en actividades con las víctimas”, indica el escrito.

Además, agregaron que “la verdad siempre será revolucionaria, es por ello que seguimos reconstruyendo nuestra memoria, disputándonos el relato histórico y evaluando en aras de construir un proyecto político cada vez más sólido y fruto de un proceso de reflexión, aprendizaje y reconciliación con las víctimas”.

Los excombatientes también pidieron a otros actores del conflicto sumarse a la senda de reconocer sus crímenes y contar la verdad a las víctimas y la sociedad.

Los cargos

El pasado 27 de enero, la Justicia Especial para la Paz imputó a ocho exmiembros del secretariado de las FARC, por responsabilidad de mando, por los secuestros, y crímenes al DIH anexos, que fueron ordenados por esa guerrilla durante décadas.

La JEP explicó en su auto 019 que las 21.396 víctimas, identificadas hasta ahora en la justicia transicional, tuvieron que vivir las más horrorosas y humillantes torturas y tratos por parte de sus captores.

El tribunal pudo establecer que no solo los secuestros no eran fortuitos sino sistemáticos y que los distintos frentes realizaban actividades para hacer ‘inteligencia financiera’, pero que también raptaban a personas, incluidos niños y adultos mayores, de manera fortuita.

También que ‘compraban’ víctimas a bandas de delincuencia común “como si fueran mercancía”.