El derrumbe en Rosas, Cauca, no se detiene. La cordillera cedió y sigue desmoronándose, mientras la Fuerza Aérea, guiada por soldados del Ejército, intentaba aterrizar en helicópteros Black Hawk en el filo de un cerro para rescatar a los cientos de personas damnificadas.
Cargados en hombros o alzados como si fueron niños fueron sacados los adultos mayores y personas en condición de discapacidad de lo que su hogar.
Fueron en total 11 vuelos para rescatar a los colombianos que tuvieron que abandonarlo todo por el derrumbe en Rosas, que aplastó las viviendas, además de quebrar y levantar las vías de acceso a las veredas ahora desiertas. Ni los animales se quedaron ahí.
Uno de los evacuados jamás soltó a su perrito, que envolvió en una chaqueta mientras abordaba un helicóptero.
“Esto es horrible… Padre Santo”, relató uno de los habitantes que grabó lo poco que quedó de lo que fue su hogar.