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Con una calle de honor compuesta por médicos y una trompeta elevando las notas del taps fúnebre, se llevó a cabo el sepelio de Sara María García, una de las jóvenes asesinadas durante la masacre que se perpetró en el municipio de Buga, Valle del Cauca .
En medio del dolor, sus allegados y familiares le rindieron un sentido homenaje a esta joven que, de no ser por el accionar de los violentos, hoy estaría comenzando su segundo semestre de Medicina Veterinaria en Pereira.
“Es la solidaridad que está mostrando todo el cuerpo de salud y la institución. Hubiera querido que todo el hospital se volcara de manera solidaria para acompañar al doctor César Iván, es una gran persona, excelente ser humano y médico de nuestra institución”, manifestó Hernando Villaquirán, gerente del Hospital Divino Niño de Buga.
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La violencia arrebató la vida y los sueños de Sara y cuatro amigos más. Quienes los conocieron los recordarán por siempre como unas personas alegres y sonrientes, que solo buscaban pasar un fin de semana agradable antes de comenzar con el calendario de sus actividades deportivas y académicas.
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