Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La teniente del Ejército Mónica Manuela Arias parece que contara con corazón de acero, porque su labor cuidando las vías más peligrosas del departamento de Antioquia no es cosa fácil. Tiene 28 años de edad y más de 100 soldados a su mando. En su trabajo como militar ha ganado varias medallas. Lo de ella, no lo hace cualquiera.
“Me ven como una mujer empoderada y una mujer fuerte, que decidí irme por este camino del Ejército Nacional, oficial del arma de caballería. Fue un impacto para ellos inicialmente, pero a medida que va pasando el tiempo lo asimilan y me apoyan en todo momento”, manifiesta la teniente Mónica Manuela Arias, comandante de Escuadrón Gruli9.
Para el capitán John Alexander Benavidez, oficial de operaciones Gruli9, lo que hace la teniente Arias “es un ejemplo para nosotros. Hoy en día, el compromiso que esta mujer militar desempeña en nuestra institución es de resaltar, porque jalona a todos sus hombres en liderazgo basado en ejemplo”.
(También puede leer: Ella es la capitán Yesenia Forero, la primera mujer piloto al mando de un Black Hawk del Ejército )
Publicidad
Es la comandante del escuadrón de caballería en el Bajo Cauca antioqueño y siente que quiere cumplir más sueños. En las vías que cuida, grupos armados como el ELN y el Clan del Golfo han realizado atentados, pero eso a ella no le da miedo.
“Es bonito cuando le dan un mensaje de agrado, cuando lo ven a uno en las calles, en las vías, porque lo ven a uno portando este uniforme. Saber que el trabajo que uno logra se lo da a los subalternos, en todo momento; sea en cualquier unidad, sea en una escuela de formación, o en una unidad como tal de acción directa, siempre los subalternos lo van a reconocer a uno como un buen comandante o un mal comandante”, dice la teniente Arias.
Publicidad
La teniente Arias lidera operaciones que han permitido la libre movilidad de campesinos que se han visto contra la pared por grupos armados que quieren sembrar el miedo en la zona.
“Esta es una carrera de muchos retos, sobre todo de liderazgo, porque no es fácil liderar a los diferentes hombres y mujeres que integran nuestras filas. Es muy fácil de pronto hablar y querer cambiar el país, pero lo más difícil es tomar la decisión de incorporarnos y realmente hacer algo por nuestro país”, aduce la teniente.
Su 1.65 metros de estatura no es un limitante en sus funciones. Además de ser fiel servidora de la patria, es atleta.
“Mi proyección como mujer de arma de caballería es, en un futuro, ser general del Ejército Nacional para continuar con la labor de protección a la población civil”, resalta la militar.
Publicidad
Ser la segunda mujer del arma de caballería en Colombia es un crédito con el cual saca pecho. Pese a que vive con el riesgo en el cuello, a Colombia la tiene en el corazón y eso suma más.
Suscríbase a nuestro canal de WhatsApp Channels aquí 👉🏻 Noticias Caracol
✔️ Síganos en Google Noticias con toda la información de Colombia y el mundo.