A través de un informe especial del periodista César Chaparro Pinzón, de Noticias Caracol, en el que se muestra cómo la Policía frustró un plan terrorista de las disidencias de las FARC en el Tolima y dio de baja a alias Miller y capturó a alias Pepe Sierra, dos de sus delincuentes más preparados, se evidencia también la forma en la que este grupo al margen de la ley recluta niños para la guerra.
Una agente de inteligencia de la Policía descubrió que una joven de casi 24 años, señalada de ser la hijastra de alias Miller, utiliza las redes sociales para reclutar niños entre los 13 y 16 años. El objetivo de la joven guerrillera es utilizar a los menores de edad en la llamada retoma guerrillera del norte del Tolima.
“A través de la red social Facebook, ellos convencían a los jóvenes en darle dinero en un valor aproximado de $1.400.000. Ellos pagaban todo, como útiles de aseo, la comida y demás. Totalmente el valor anteriormente mencionado era libre para estos jóvenes. A ellos les decían que podían conseguir novias, tener control de las armas, tales como radios, visores; tener el poder tanto de motos y de carros. Al momento de ser reclutados les enviaban el dinero; ellos tomaban un bus y se dirigían hacia el norte del Tolima, donde allí los esperaban los colaboradores de este grupo armado”, relata una agente infiltrada de la Policía.
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De esa forma fue como llegaron a Ibagué en los últimos meses al menos 20 menores de edad, que venían reclutados de diferentes partes del país y que terminaron en escuelas de instrucción en el Cauca. Allí también los convirtieron en pilotos de los drones de las disidencias.
“Varios de ellos fueron enviados al departamento del Cauca a capacitarse en el manejo de drones, para posteriormente atacar las estaciones de Policía”, relata el coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía del Tolima.
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Luego, los menores llegaban a los campamentos guerrilleros en el norte del Tolima; allí eran recibidos por su jefa, la señalada hijastra de alias Miller.
La misma joven les tomaba las fotografías a los niños y niñas recién llegados vistiendo uniformes y botas nuevas y hasta con las armas de fuego.
Sin ningún temor, la supuesta hijastra de Miller publicaba esas fotografías en las redes sociales de la organización, esa información fue confirmada por investigadores tras la recuperación de varios niños y la aprehensión de un menor de 16 años encargado de manejar el dron y lanzar explosivos a las estaciones de Policía de Anzoátegui, en agosto de 2024.
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En la memoria de uno de los drones incautados a las disidencias de las FARC, las autoridades encontraron una imagen en la que se observa cómo el dron suelta una bomba sobre la estación de Policía de Anzoátegui, Tolima, a plena luz del día, mientras varios uniformados entran y salen del sitio. El explosivo impacta el techo del lugar dejando a un policía herido.
De esta forma, y utilizando a niños reclutados como carnada, las disidencias buscan controlar poblaciones como Santa Teresa, Murillo, Líbano y Anzoátegui, al norte del Tolima.
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¿Por qué las disidencias han querido controlar el norte del Tolima?
“Es un corredor estratégico para el tráfico de estupefacientes provenientes del suroccidente colombiano como Nariño, Cauca y Valle, y esto es paso obligado hacia la Costa Atlántica colombiana, donde están los puertos de salida de Barranquilla y Cartagena con destino a Europa y los Estados Unidos”, explica el coronel Ojeda.