La Oficina de Tuluá,
anteriormente conocida como La Inmaculada, es la banda señalada del homicidio del parapentista Jorge Iván González López, a quien le dispararon el sábado 30 de septiembre.
Alrededor de las cinco de la tarde, la víctima, que tenía 63 años, 25 de ellos dedicados al parapentismo, sobrevolaba el municipio de Tuluá tras ser contratado por segunda vez, en menos de 15 días, para llevar cabo una estrategia publicitaria de un candidato a la Alcaldía de Tuluá.
“Tiene, debido a las condiciones meteorológicas del momento, que aterrizar de emergencia y lo hace en un sector conocido como Las Brisas, en el río Tuluá. Allí, logra exitosamente aterrizar y va a guarnecerse en unas viviendas que estaban contiguas a este sector. Posteriormente es abordado por unos sujetos, quienes le propinan unas heridas con arma de fuego que causan su muerte”, informó el coronel Jesús Enrique Quintero, comandante de la policía del Valle del Cauca.
Esperanza Gallego, colega y amiga del parapentista, recordó a Jorge como “una persona con mucha humildad, con mucho don de trabajo y servicio, realmente lamentamos mucho este hecho, estamos muy muy tristes, y ojalá se cree un precedente para poner un alto a todo este tipo de barbarie”.
Agregó que “la comunidad en general del deporte de vuelo libre está muy consternada, muy asombrados de que sigan pasando estas cosas en Colombia, que haya personas que se sientan con el derecho de quitarles la vida a otras personas inocentes”.
¿Quién ordenó el asesinato del parapentista Jorge Iván González López?
A Andrés Felipe Marín, alias ‘Pipe Tuluá’ y jefe de la banda La Oficina de Tuluá o La Inmaculada, le atribuyen el asesinato del parapentista.
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Mauricio Jaramillo, de la facultad de Estudios Políticos de la Universidad del Rosario, afirma que este grupo criminal se dedica a “asesinatos selectivos de empresarios, personas que trabajan en política y, en tercer lugar, intimidaciones a la prensa, al poder judicial, a la policía, a políticos”.
Además, la banda hace “intimidaciones directas a los periodistas para que no hablen con ciertos políticos”, indicó.
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El poder de La Oficina de Tuluá hace evidente “el fracaso de los consejos de seguridad y de la acción policial, no han podido, y eso tiene que ver también con los vacíos del poder que han dejado desde el primer lugar los grandes carteles que desaparecieron en la década de los noventa”, señaló el experto.
El grupo es dirigido desde la cárcel La Picota de Bogotá por alias ‘Pipe Tuluá’, quien aprovecha las llamadas que le permiten hacer para coordinar sus delitos.
“Son una organización multicrimen, es decir, tiene una actuación diversa que incluye temas de homicidio, control de microtráfico, narcotráfico y extorsión, principalmente en la zona centro del Valle del Cauca”, precisó el coronel Quintero.
La Policía dice que la banda continúa delinquiendo pese a que en los últimos meses han sido capturados casi 200 de sus integrantes.
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En una de esas redadas fue capturada una mujer a la que sindican de ser una de los jefes de la organización en Tuluá.