Enrique Guejia, sabedor ancestral, recibió varios disparos cuando se movilizaba por el corregimiento de Tacueyó, en zona rural de Toribío.
"Por el hecho de portar una chonta, de ejercer control territorial o ser autoridad espiritual, nos convertimos en blanco de los actores armados", indicó Harold Secué, autoridad indígena de ACIN.
Este caso se suma al de Gersaín Yatacué, guardia indígena que fue asesinado en la vereda Pajarito, sobre la vía El Palo – Toribío
, el pasado 1 de agosto. Al día siguiente sucedió el homicidio del campesino y defensor derechos humanos José Eduardo Tumbo
, quien además participó en la reciente minga en el municipio de Cajibío.
“No habíamos tenido reportes de amenazas. Han sido asesinatos sistemáticos, han sido asesinatos que se vienen dando porque se viene desarrollando, en el norte de Cauca, un control territorial”, agregó Secué.
"Los responsables son las estructuras criminales de las disidencias de las FARC, que se aprovechan del narcotráfico en esa parte del departamento", denunció, por su parte, Ricardo Cifuentes, secretario de Gobierno del Cauca.
Ante ese panorama, las autoridades indígenas activaron la alerta máxima, por la falta de garantías para ejercer el liderazgo social.
“Consideramos que este plan pistola que hay en el norte de Cauca se está ejecutando y hoy nos quieren cohibir de usar la chonta, los bastones, las pañoletas, cosa que nosotros no vamos a renunciar”, advirtió Secué.
En lo que va corrido de este año, han sido asesinados 33 líderes indígenas y otros 38 han sido amenazados en el norte del departamento del Cauca.
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