Jhon Pardo, de 43 años, es el tercer conductor de bus asesinado en una semana en el departamento de Atlántico. Él prestaba servicio para la empresa Transmecar, donde sus funcionarios niegan haber recibido amenazas o sido extorsionados por algún grupo ilegal.
El trabajador perdió la vida cuando se movilizaba por la autopista al Aeropuerto Ernesto Cortissoz, en el sector de Manuela Beltrán.
"Con un factor sorpresa de este individuo, que se hace simular en un paradero que es un pasajero y acciona un arma de fuego", dijo el general Luis Hernández, comandante de la Policía de Barranquilla, sobre el homicidio del conductor de bus.
Videos de cámaras de seguridad permitieron a las autoridades identificar a los asesinos, que presuntamente harían parte de la banda delincuencial Los Rastrojos Costeños.
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Uno de ellos, según el comandante de la Policía de Barranquilla, es “alias ‘21’, por quien ofrezco una recompensa de hasta 30 millones de pesos. Emplearon esta modalidad de atemorizar a nuestros transportadores de Soledad; esto es un trabajo que estamos volcados en calle y hoy he dispuesto más de 400 hombres en calle”.
Dos personas fueron capturadas horas después.
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Una noche antes de su muerte, el conductor de bus le decía a su primo, Arturo Pinto: “‘Esto está duro aquí, la inseguridad’, y vea, hoy le tocó a él”.
Henry Pérez, que trabaja como conductor de bus, aseguró que “es un momento de tensión para nosotros porque ya no tenemos la tranquilidad de salir a trabajar por las cosas que suceden, no sabemos si vamos a regresar a nuestros hogares, tenemos familias por las cuales salimos a luchar, pero en estas condiciones laborales nos vemos afectados emocionalmente con esta situación”.
Es por eso que, dicen, no saldrán a trabajar.