Iván Darío Gutiérrez, director de Corpifamco, organización de derechos humanos de población carcelaria, cuestiona la versión del Inpec sobre lo ocurrido en la cárcel de Tuluá la madrugada del pasado martes.
“Se sabe que desde alrededor de las 10:30 a 11:00 de la noche ya había más de 30 muertos por arma cortopunzante y eso Medicina Legal lo tendrá que corroborar en las autopsias, porque se sabe que muchos internos murieron antes, inclusive del mismo incendio”, aseguró Gutiérrez.
Señala que ha recolectado testimonios de varios reclusos que vivieron esta emergencia en carne propia.
“Se hizo un llamado de muchos internos al personal de custodia para que activaran las alarmas y pidieran los respaldos de otras entidades como la Policía o el mismo Ejército, pero la alarma nunca sonó, esta alarma nunca se activó”, agregó.
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La tragedia no termina, la cifra de muertos sigue aumentando, ya son 53 muertos. En las últimas horas, se reportó la muerte de Alexander Mejía Angulo, quien fue remitido a Cali.
“En la madrugada de hoy muere otro muchacho, un chico de 26 años de edad, con quemaduras superiores al 50% de su cuerpo, que entró en la fase más complicada, efecto de la quemadura”, señaló María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle.
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Ya se han empezado a generar campañas de ayuda para los reclusos que sobrevivieron. En la Gobernación del Valle se planea una donatón para llevar insumos a 90 reclusos que lo perdieron todo. Mientras tanto, en Tuluá se está brindando ayuda psicosocial a las familias de las víctimas.
Tres heridos fueron dados de alta en las últimas horas, 27 permanecen recluidos en clínicas de Cali y Tuluá.
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