Hay preocupación en la Iglesia católica por nuevas amenazas que se han presentado contra el obispo de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya. Según la denuncia, grupos no identificados le han impedido movilizarse alrededor de la comunidad.
“Como ha tenido la valentía y el valor profético de denunciar lo que allí está pasando, ahora él es la víctima. Le han prohibido acercarse a las regiones de su diócesis, le tienen vetado ciertos lugares del puerto de Buenaventura para que los visite como pastor”, manifestó el padre Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional.
En ese sentido, la Iglesia hace un pedido al Gobierno nacional.
“Reclamamos una atención especial sobre este puerto, el más importante de Colombia”, subrayó Echeverri.
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