Con ramas de los árboles, algunos habitantes de Nemocón intentan sofocar las llamas que amenazan con llegar hasta sus casas. Ellos hacen todo lo posible por apoyar las labores de los bomberos.
Los habitantes del municipio de Nemocón, en Cundinamarca, ya se ven obligados a utilizar tapabocas por cuenta del humo producido por el incendio que ha consumido unas 180 hectáreas de bosque.
Algunas personas, cuyas viviendas están en cercanías a las zonas boscosas que son consumidas por las llamas, ya empezaron a evacuar. Quienes decidieron quedarse están ayudando a los bomberos para que el fuego no llegue a centros poblados.
“Yo vivo acá, en la casa que está peligrando con la montaña. Por eso estamos ayudando a hacer lo mejor que se pueda para que eso no coja fuerza, tratamos de que esto no siga avanzando”, aseguró Eduardo Herrera, ciudadano que, armado con una rama de árbol, combate las llamas.
Por su parte, Juan David Guerrero, otro habitante de Nemocón, también utiliza ramas para poder “sofocar el fuego y luego tratar de mover la tierra para evitar que siga aumentando”.
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Los bomberos de Cajicá y otros voluntarios se encuentran haciendo uso de motobombas y realizando cortafuegos para refrigerar algunas zonas y así evitar que las llamas sigan su curso.
La situación en Nemocón es grave, pues el incendio ya completa dos días activo. Entretanto, los helicópteros de la FAC siguen realizando descargas de agua y retardante con el sistema bambi bucket.
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Los pilotos casi se juegan la vida en cada maniobra, pues la visibilidad es nula por cuenta de la densa columna de humo en los diferentes focos del incendio en Nemocón, se estima que son por lo menos cinco puntos calientes.
“Tenemos entrenamiento, efectuamos técnicas de vuelo para mantener la visibilidad y así identificar los focos calientes para efectuar la descarga”, aseguró el coronel Luis Carlos Romero, piloto líder de la operación.