Cuando preparaban el cuerpo de don Candelario Gutiérrez, el hombre abrió los ojos y movió sus manos, según familiares. Ocurrió en Ponedera, Atlántico.
La muerte del abuelo de 80 años tiene en incertidumbre a sus hijos, sobrinos y nietos.
De acuerdo con ellos, a pesar de que los médicos dictaminaron su muerte a las 8:30 de la mañana del martes, don Candelario permaneció con vida hasta horas de la tarde.
“Le dije: ‘doctora ¿por qué mi papá está caliente si usted me dice que él falleció? y me dijo: ‘mija esa es idea tuya, ya él falleció, tenga resignación porque eso nos toca a todos”, relató Yordanis Caballero, familiar del fallecido.
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Tras la afirmación de la clínica, sus familiares contrataron un carro fúnebre y lo llevaron hasta su casa en Ponedera, donde sería la velación.
Al llegar, el tanatopractor que se disponía a arreglar el cuerpo dijo que don Candelario continuaba vivo.
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“Buscamos un muchacho para que lo viniera a preparar y el muchacho dijo que no, que él estaba vivo, que no lo podía preparar”, contó Yordanis.
Agregaron que el agricultor se movió y abrió los ojos.
“Cuando yo lo estaba tocando a él se le salieron las lágrimas, abrió los ojos y los cerró, después los abrió otra vez, yo les decía a las peladas: ‘el tío está vivo’”, narró Luzneira Gutiérrez, sobrina de don Candelario.
En medio de la extraña situación, los familiares del hombre buscaron un cilindro de oxígeno; sin embargo no lo llevaron al hospital y finalmente don Calendario falleció hacia las 6:30 p.m.
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La clínica donde certificaron su muerte dijo que se pronunciarán a través de un comunicado.
La familia del anciano aún no ha decidido si sepulta el cuerpo o espera el dictamen de Medicina Legal para conocer la hora real del deceso.
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