Disidencias de las FARC se disputan el control de los narcocultivos en ese territorio de Colombia.
Un preocupante panorama de violencia se vive en el norte del Cauca. En los últimos ocho días, 13 personas han muerto a manos de grupos levantados en armas. Siete de las víctimas son miembros de la comunidad nasa.
Los hechos violentos más recientes iniciaron el pasado 29 de octubre del 2019 en el resguardo de Tacueyó, ubicado en la zona rural del municipio de Toribío, cuando hombres armados asesinaron a la gobernadora de ese resguardo Cristina Bautista y a cuatro guardias más.
Por otro lado, el jueves 31 de octubre del 2019, en la vereda Santa Elena, ubicada en el municipio de Corinto, norte del Cauca, aparecieron cuatro personas muertas, las cuales adelantaban labores topográficas en la zona.
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El sábado 2 de noviembre del 2019, en Suárez Cauca, fue hallado el cuerpo de Fabián Eduardo Rivera, un escolta adscrito a la Unidad Nacional de Protección, con evidentes señales de tortura.
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Ese mismo día, sábado 2 de noviembre, los habitantes de tres veredas del corregimiento de Los Andes, en Corinto, amanecieron bajo el fuego cruzado. El temor en la zona era evidente y sus habitantes lo reportaron en redes sociales.
En esa misma jornada, en la vereda Loma Linda, ubicada en Toribío, un comunero de 18 años, Alexander Vitonás, fue asesinado por hombres armados. El joven cursaba noveno grado.
Hermes Pete, consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, habló de la tensión en la zona: “La situación cada día se pone más compleja y el Gobierno nacional no da respuesta”.
El domingo 3 de noviembre asesinaron a Jesús Mestizo de 43 años, quien fue el fundador de la asociación indígena Avelino Ull. Mestizo fue ultimado por hombres armados quienes dispararon contra su humanidad.
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Óscar Rodrigo Campo, gobernador del Cauca, se refirió a esta preocupante situación de orden público: “Quienes siguen delinquiendo en el departamento del Cauca están todos al servicio de la mafia de narcotráfico”.
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Asimismo, Campo repudió los hechos y puntualizó cuáles son las estructuras armadas que delinquen en su departamento.
“Sabemos que el trasfondo de esto tiene que ver con las secuelas que ha dejado la guerra en el territorio que son estas economías y legales con actores criminales como la Dagoberto Ramos y la Jaime Martínez, estructuras al servicio de la mafia de narcotráfico”, dijo.
Ante la ola de violencia, las comunidades indígenas anunciaron que se mantendrán en asamblea permanente.