Gremio de negocios nocturnos de la ciudad reveló que, tras dos meses de cuarentena por COVID-19, 40 % de estos “definió cerrar y entregar locales”.
Para el alcalde de Cali, después de dos meses de cuarentena por la pandemia del coronavirus COVID-19 , ya es momento de buscar alternativas para los más de tres mil establecimientos gastronómicos y de rumba de la capital del Valle del Cauca.
Jorge Iván Ospina indicó que busca opciones para el regreso de estas actividades. Una de ellas es un consenso ciudadano que posibilite tener restaurantes en lugares como en los parques de El Peñón y del Perro, así como calles delimitadas para "la danza con responsabilidad y criterio".
Algunos concejales rechazaron la iniciativa. Mientras el Juan Martín Bravo considera que “las soluciones deben estar enfocadas en generar alivios financieros”, la concejal Diana Rojas dice que la “indisciplina social” ha evidenciado que Cali “aún no está lista para una reactivación nocturna”.
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Representantes del sector gastronómico y de entretenimiento nocturno aseguran que el pago del arriendo, la nómina, los servicios públicos, entre otros gastos, los tienen en jaque.
“Después de dos meses de cero ingresos, se encuentran en una crisis lamentable. El 40 % de estos negocios definió cerrar y entregar locales”, reveló Alejandro Vásquez, presidente de Asociación de Establecimientos Nocturnos de Cali, Asonod.
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Para el Gobierno nacional, la reapertura de lugares como bares y discotecas aún no se puede contemplar en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19.
“Les quiero decir a los alcaldes en donde se está dinamizando su economía municipal que, por favor, no se pueden abrir bares, no se pueden abrir sitios de entretenimiento, ni casinos ni terminales de juego”, dijo Alicia Arango, ministra del Interior de Colombia.
El alcalde indicó que la propuesta apenas está en construcción, pero que, para una ciudad como Cali, la danza y los encuentros culturales que se generan en torno a la actividad nocturna son inherentes y, por eso, es necesario contemplarlo.
Entretanto, el sector gastronómico de la capital del Valle del Cauca reporta pérdidas por más de 65.000 millones de pesos desde que se inició la cuarentena que busca contener la propagación del coronavirus COVID-19 en Colombia.