En diálogo con Noticias Caracol, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, reconoció que la capital del Valle del Cauca se le salió de las manos en días recientes ante las alteraciones de orden público registradas en el marco del paro nacional .
“Hay que ser objetivos. La gobernabilidad se vino a cero y se viene a cero cuando usted tiene una ciudad incendiada. Hace pocos días se vieron los hechos más violentos y rudos de nuestra historia republicana”, afirmó.
Señaló que, en 200 años de historia, Cali no había tenido una situación tan compleja: “barricadas, fortificaciones, civiles disparándoles a indígenas, manifestantes agrediendo a civiles, una verdadera aberración”.
Sin embargo, indicó que se trata de una situación para encontrar en el diálogo una nueva institucionalidad para Cali y encontrar las respuestas.
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“Hace un mes pensé que íbamos a una guerra y que Cali iba a ser el inicio de una gran conflagración nacional, hace un mes pensé que esto iba a arrastrar a la sociedad a una guerra entre colombianos”, aseguró.
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Afirmó que nunca ha estado en contra de la asistencia militar y que, incluso, respalda el decreto presidencial al respecto, así como enfatizó que tampoco está de acuerdo con los bloqueos.
Sin embargo, sí precisó que ha reconocido a manifestantes ubicados en puntos de resistencia como interlocutores para dialogar y resolver los problemas.
También, rechazó los hechos en los que civiles disparan contra manifestantes, lo cual “es un fenómeno aberrante que nace del miedo y la rabia” y que se propaga de manera irresponsable por redes sociales.
“Es una manifestación paramilitar, pero no que esas personas sean paramilitares. Es una manifestación aberrante que no podemos permitir en el futuro”, sostuvo.
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Finalmente, sobre el proceso que se adelanta en Cali y que busca su revocatoria, el alcalde Ospina aseguró que le parece “durísimo e injustísimo”, pues considera que “no hay fractura institucional” para pensar en eso.
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