En Bucaramanga hay polémica por las declaraciones del alcalde Jaime Andrés Beltrán, en las que asegura que el Gobierno nacional le pone trabas a la expulsión de delincuentes extranjeros.
Y es que en la ciudad han capturado a 120 delincuentes de nacionalidad venezolana, que han reincidido en la comisión de delitos. Sin embargo, según el alcalde de Bucaramanga, el Gobierno nacional ha respondido que no se puede hacer una expulsión masiva y tampoco llevarlos hasta la frontera de Paraguachón, en La Guajira.
Para Beltrán, “a veces sentimos que la defensa de los derechos humanos de los delincuentes está por encima de los derechos humanos de los ciudadanos. Y yo, como alcalde de Bucaramanga, tengo que defender el bienestar de los bumangueses. Por eso hemos agotado todas las instancias, pero cuando vamos a tomar decisiones siempre hay una traba: que no se pueden sacar, que no se pueden mover”.
Por estas declaraciones, en redes sociales tildan al alcalde de Bucaramanga de xenófobo. Sin embargo, el mandatario se defendió de esos señalamientos.
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“Yo les tengo rabia a los delincuentes, en eso hay que ser claro. Tenemos una lucha frontal contra los delincuentes, no es un tema de xenofobia. Bucaramanga es de las ciudades que más presupuesto le está invirtiendo a apoyar a las familias inmigrantes”, afirmó.
Pero otra cosa piensan los colectivos defensores de derechos humanos. Juan Carlos Mantilla, director del Departamento Socio-humanístico de la UNAB, recalca que “hay que respetar los derechos y libertades fundamentales y tratar realmente toda la delincuencia, no solamente la que hacen los venezolanos, sin estigmatizar a esta población”.
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De acuerdo con las cifras de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, el 13% de los capturados por hurto, microtráfico de drogas y porte ilegal de armas (742) es de nacionalidad extranjera.