En el Bajo Baudó, Chocó, siguen muriendo niños por cuenta de enfermedades asociadas a la desnutrición y temas gastrointestinales. El uso de agua que no es apta para el consumo humano está afectando severamente a esa población.
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“Hicimos un estudio de agua y salió que era no consumible. Por lo tanto, creemos que ese es el problema. Nosotros los indígenas no tenemos alcantarillado, por lo tanto, los servicios siempre los hacemos en el río”, aseguró Neftalí Conquista, líder de la comunidad Buenavista.
Conquista manifestó que, pese a los clamores, nunca les han dado una solución a este problema: “Necesitamos un acueducto con filtros en Buenavista, es urgente. Necesitamos alcantarillado”.
En el 2023, un total de 17 niños de 5 años murieron en la región por enfermedades asociadas a la gastroenteritis y desnutrición. En lo que va de 2024 ya son 7.
“Afectados obviamente por la emergencia sanitaria. Hay fiebre, vómito y diarrea”, manifestó Faustino Murillo Ramírez, alcalde del Bajo Baudó.
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Además, el mandatario Murillo expresó que la IPS Funsoba, encargada de la prestación del servicio, no estaría atendiendo la emergencia: “No tienen credibilidad, no ha sido juiciosa con lo que le corresponde hacer y, de hecho, en ninguno de los centros de salud hay medicamentos”.
Ante la situación, el Ministerio de la Igualdad aseguró que construirá un acueducto rural en la zona.
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“Para esta comunidad donde los niños y niñas están muriendo. Vamos a trabajar con el alcalde para resolver ese problema”, manifestó Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia.
En ese orden de ideas, el Ministerio de Salud enviará equipos médicos para que se hagan visitas domiciliarias a las personas enfermas y que estas reciban la atención necesaria.