A San José del Guaviare llegaron por lo menos 40 miembros de la guardia indígena para unirse a la búsqueda de loscuatro menores perdidos después del accidente aéreo. Esperan que con este nuevo refuerzo se logre lo más pronto posible el hallazgo de los menores.
“Vamos a combinar esa capacidad innata y muy elevada que tienen nuestras comunidades indígenas en conocer la selva, en entender la selva, y se van a equipar o ajustar equipos en los cuales van dos de nuestra comunidad indígena con ocho de nuestros comandos”, indicó el general Pedro Sánchez, comandante de las fuerzas especiales.
Mientras tanto desde los helicópteros de la Fuerza Aérea lanzaron los kits que contienen agua y chocolates y los volantes donde le piden a los niños -en español y en su lengua nativa- que no se muevan, que se queden cerca a un caño o una quebrada y que con señales de humo indiquen su lugar de ubicación.
“Nosotros nos encomendamos a Dios, pero anoche por poner un ejemplo, mientras hablábamos con las unidades y nos reportaban desde el campo, hacíamos un ritual similar y les preguntaba a ellos que si era acorde lo que dijimos como le pedíamos permiso a la madre selva que nos mirara con ojos de bondad y creo que escuchará el llamado”, dijo Sánchez.
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“Nos han pedido la articulación para poder explorar o caminar digamos este terreno que es prácticamente virgen, entonces la guardia tiene, pues una experiencia larga y un conocimiento de poder recorrer terrenos así vírgenes porque se cuenta con el tema, pues en la parte espiritual de todo el conocimiento, directamente desde la guardia que siempre ha permanecido en terreno”, indicó Fabián Ulcue, representante Consejo Nacional Indígena.
Desde la selva el mayor Wilber Rivera, comandante de las tropas en la zona de búsqueda, a través de un teléfono satelital, describió cómo ha sido la búsqueda y les envió un mensaje a seres queridos.
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“Una selva tropical en el cual el 90% de las 24 horas del día hay lluvia, hay tormenta. A mi esposa y a mi hijo que los amo mucho, que estoy haciendo lo que más me gusta: servir, servirle al pueblo colombiano”, expresó.
En un mapa se puede ver el radio de búsqueda de los equipos de rescate, un total de 74 kilómetros cuadrados recorridos buscando pistas desde el punto en dónde cayó el avión.
También muestra el recorrido de los comandos de 592 kilómetros desde el 2 de mayo cuando activaron los protocolos de búsqueda. El área recorrida equivaldría, según las Fuerzas Militares, a caminar desde Bogotá a Santa Marta.
Con rectángulos azules en el mapa marcan los cambuches que han armado los comandos mientras realizan las búsquedas y donde muchas veces pasan las noches junto con el grupo de indígenas que también están en labores de rescate. Y con líneas púrpura también muestran los rastros que dejan los GPS de los comandos recorriendo cada milímetro de la selva.
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“Una de las dificultades es el terreno, es muy fangoso, es muy espeso, aquí se necesita tener la experiencia de poder caminar, poder explorarlo y en eso la guardia siempre ha sido la que ha estado en los diferentes territorios”, explicó Fabián Ulcue.