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Al bebé herido en atentado a CAI le celebraban su primer año de vida cuando ocurrió la explosión

“Cuando nos vimos, estábamos chorreando sangre”, contó la tía del pequeño. Ella y el menor hacen parte de los 15 heridos que dejó el hecho, además de un muerto.

“En el momento, sentí el boom. Directamente lo que me afectó fue la espalda y ahí fue donde vi que todos se tiraron hacia el mueble”. Así narra Ángela Zamora el momento de la explosión de la granada frente a su casa en el barrio Llano Verde, oriente de Cali, donde murió una persona y 15 resultaron heridas.

Cuenta que le estaban celebrando el primer año de vida a Lian Zamora, el bebé que, así como ella, se encuentra entre los 15 heridos que dejó el atentado, además de la persona fallecida.

“Cuando nos vimos, estábamos chorreando sangre y sentí el golpe en la espalda”, afirma la mujer herida.

En medio del caos, fue auxiliada por la Policía y miembros de la comunidad, que evacuaron a los afectados hacia diferentes centros asistenciales.

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“Abrimos la puerta para pedir ayuda y que nos trasladaran a un hospital, alguien nos trajo la patrulla de la Policía”, señala.

Wísner Zamora, hermano de Ángela y papá de Lian, es otro de los heridos y, mientras observa sus lesiones, asegura que la explosión los tomó por sorpresa y que no entendían lo que estaba ocurriendo.

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“La verdad, el impacto me dejó muy afectado, no puedo respirar fuerte porque me duele, me duelen todas las heridas que tengo atrás”, comenta.

Mientras el pequeño de 1 año de edad que resultó herido por cuenta del atentado se encuentra fuera de peligro y en buen estado de salud, su papá y su tía tienen órganos comprometidos.

“Estamos pidiéndole mucho a Dios que todo salga bien porque les comprometió los pulmones”, dice, notablemente afligida, Jeinny Zamora, quien sufrió lesiones leves y es hermana de Wísner y Ángela.

Este atentado contra el CAI de policía, en un abrir y cerrar de ojos, les cambió la vida a las víctimas, quienes, unidos en familia, esperan superarlo.

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