El águila arpía
es el ave insignia de la Fuerza Aérea Colombiana y se encuentra en peligro de extinción. En la actualidad hay un ejemplar hembra en el Aviario Nacional y en conjunto con las Fuerzas Militares trabajan por la conservación y reproducción de esta especie.
En el aviario de la Isla Barú se encuentra un águila arpía, una especie sobre la cual se adelantan trabajos científicos con el fin de preservarla. Desde la institución buscan un ejemplar macho para tratar de reproducirla, pero el trabajo no ha sido fácil.
De acuerdo con Martín Vieira, administrador del Aviario Nacional de Colombia, “ahora mismo la hembra está sola, estamos buscando un macho desde hace unos años para poder continuar con el proyecto de reproducción”. Sin embargo, todavía no han tenido éxito en esta misión.
Hasta ahora, a esta hembra le han llevado dos ejemplares macho, pero no ha habido química entre ellos por lo que expertos nacionales e internacionales buscan otros ejemplares para ver si es posible multiplicar su especie.
“Nos encantaría de la mano de la Fuerza Aérea, del Ejército Nacional, poder recorrer Colombia en busca de un macho que podamos traer al aviario”, comenta Vieira.
Publicidad
El águila arpía es el símbolo de la Fuerza Aérea Colombiana y es el águila más grande de las que existen en el continente americano. La envergadura de sus alas cuando están abiertas es de aproximadamente 2 metros y su cuerpo puede alcanzar más de 1 metro de altura. A pesar de esas dimensiones es una cazadora con gran agilidad.
Por este motivo, las Fuerzas Militares no escatiman esfuerzos en análisis y estudios con el fin de obtener una cría.
Publicidad
El coronel Pedro Alberto Vega, comandante del Área de Combate #3, manifestó que desde la institución se están adelantando conversaciones a nivel internacional para poder ubicar ejemplares machos de estas águilas para poder preservar la especie.
El águila arpía resulta sorprendente para los turistas que visitan el aviario porque resalta entre las más de 170 especies que se encuentran albergadas en este lugar. “Es un ave muy majestuosa que al menos yo no conocía hasta que vine aquí a Colombia”, resalta Henry Castillo, un visitante de Guatemala.