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Un policía que se infiltró como raspachín en una de las zonas más peligrosas del país logró que las autoridades rescataran a varias niñas en unbar de las disidencias de las FARC
. Hasta ese punto, en Llorente (Tumaco), las llevaban para explotarlas sexualmente.
Al sentir la presencia de las autoridades, los depredadores sexuales intentaron ocultar a las víctimas hasta debajo de las camas. Según las autoridades, en ese sitio tenían amenazadas a niñas entre los 12 y 14 años.
En este bar de disidencias de las FARC, conocido como La Bebé, “ingresaban a las niñas. Además, las invitaban con supuestas ofertas laborales y las instrumentalizaban. Las tenían casi que retenidas en contra de su voluntad”, relató el coronel Juan Cubides, director de Protección de la Policía.
Durante varios meses de infiltrado, el agente que se hizo pasar por raspachín, nombre que se les da a quienes recogen la hoja de coca, identificó los cerebros del despiadado negocio.
En la zona donde funcionaba el bar de disidencias de las FARC delinque el frente Iván Ríos. “Acá logramos salvar a seis víctimas, de las cuales cuatro son menores de edad”, añadió el coronel Cubides.
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Las mamás de las alrededor de 10 niñas reportadas inicialmente como desaparecidas y que terminaron en el establecimiento La Bebé, fueron claves para el operativo de rescate de la Policía y el Ejército.
Este operativo deja hasta el momento la captura de cuatro señalados traficantes sexuales de niñas en Nariño.
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