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En Barranquilla hay consternación por el asesinato de Samara Cerpa Avendaño, una adolescente de 14 años que cursaba grado noveno y que iba en un bus para su casa cuando fue alcanzada por una bala perdida.
Un video de una cámara de seguridad muestra cuando un parrillero se baja de una moto y se dirige a los ocupantes de otra motocicleta para arrebatarles el bolso.
En su huida, la presunta víctima de los ladrones corre y dispara contra los delincuentes.
Metros más adelante, el conductor del bus donde viajaba la adolescente se detuvo porque la menor de edad y un adulto mayor habían resultado heridos.
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Pese a la atención médica, Samara murió por las lesiones que le causó la bala perdida.
Una de las compañeras de la adolescente en el Colegio María Auxiliadora contó que su amiga “iba tan emocionada porque iba a ganar su año, porque estábamos emocionadas, porque ya habíamos ganado química, que era lo que más nos mataba”.
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En un plantón, estudiantes, padres de familia y profesores rechazaron el crimen.
Lourdes Quiroz, profesora de Samara, dijo entre lágrimas que para la comunidad educativa ha sido “muy duro… siempre luchamos porque nuestros niños y adolescentes tengan sueños y proyectos, hoy apagaron un sueño, apagaron unos proyectos”.
La Policía y Alcaldía de Barranquilla ofrecieron $50 millones para dar con la persona que disparó la bala perdida que causó la muerte de la adolescente.
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