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Adiós al 'chef de los niños': el coronavirus mató a un policía extraordinario

Luis Eduardo Puyo no fue un uniformado más. Tras cuidar a muchos congresistas, se dedicó a cocinarles a menores con cáncer. Aquí su inspiradora historia.

Luis Eduardo Puyo, patrullero de la Policía Nacional, perdió la batalla contra el coronavirus COVID-19 después de 15 días en una UCI. Este uniformado, que era conocido como ‘el chef de los niños’, será recordado por su amabilidad, vocación de servicio y amor por su trabajo.

Puyo nació en el Valle del Cauca, tierra en la que se enamoró de la salsa, así como el mismo lo dijo: “Me gusta la música, me gusta la salsa, soy vallecaucano”.

Durante sus 18 años de servicio a la institución, el patrullero estuvo adscrito a la Dirección de Protección del Congreso de la República.

En ese programa prestó seguridad a senadores como Feliciano Valencia, quien lamentó su muerte, el pasado 7 de septiembre.

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Posteriormente, con su buena sazón y gusto por la comida, Puyo dejó a los parlamentarios y se dedicó a los niños con cáncer, a quienes les arrancaba sonrisas mientras les enseñaba a cocinar.

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Con su carisma y vocación de servicio, el patrullero se robaba el corazón de todos los que departían con él.

Luz Marina Serna, madre de Puyo, afirmó que ella le enseñó varios trucos de la gastronomía: “Yo le mostré una que otra receta. Cada que viajábamos al Valle él se iba a sitios típicos a probar y mirar. Él preguntaba, detallaba, investigaba. Era amante de la comida de allá”.

Asimismo, Tatiana Puyo, su hermana, lo recuerda como un ser humano amoroso. “No lo hemos asimilado del todo, él era muy alegre. Siempre hemos tenido la satisfacción de que la gente lo quiere. Todos cuentan una historia bonita de él. Mi hermano tenía una conexión con los niños, siempre le gustó cocinar para ellos”.

El coronel Javier Rodríguez, jefe del grupo de protección del Congreso de la República, resaltó la excelente labor que prestó el uniformado.

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“Él brindaba su servicio y su trabajo por la vida de algunas dignidades del Congreso. Siempre tuvo vocación de servicio. A través de su trabajo y conocimiento, llevó alegría a muchos niños con cáncer y poblaciones vulnerables. Estaba nominado para el mes de noviembre a un concurso que se hace para exaltar la labor de los policías”.

Paz en su tumba.

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