Según doña Edelmira Yepes, su rostro refleja la fatiga que deja la soledad. A sus 64 años, pasa las noches en vela esperando el momento en el que alguno de sus dos hijos cruce la puerta de su casa en Medellín para visitarla
“Llevo un año tirada en la cama, no tengo sino a Dios y la buena gente que me pueda colaborar. Hace dos meses se murió mi esposo, llevo cuatro años sin verme con mis hijos”, cuenta en Noticias Caracol.
Doña Edelmira ansía tener algún aparato tecnológico en sus manos, como los que ve en la televisión, para poder contactar este 31 de diciembre al resto de su familia que está en Manizales y sentir un poco de compañía.
“Yo me siento muy sola, me siento discapacitada porque yo no me puedo ni mover”, expresa.
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Su esposo era quien salía a rebuscar su medicina, comprar los pañales y la comida, pero ahora que no está, Edelmira anhela volver a ver los ojos de los dos hombres a quienes les dio la vida.
“Yo les pido, por favor, que se acuerden de que yo todavía existo, porque es que yo no puedo ir a buscarlos”, asegura.
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Como Edelmira hay cientos de abuelos que hoy añoran un abrazo, compañía y amor.
Ella dice que Dios está de su lado y su deseo para el 2021 es volver a ver a su familia, así sea por medio de una pantalla de computador.