Ernesto Matallana, el nuevo abogado de la Cancillería
que llevará el proceso del litigio con Thomas Greg & Sons, por el caso de los pasaportes, dijo, antes de asumir el cargo, que, si había un solo proponente y cumplía los requisitos, se debía adjudicar el contrato. Sin embargo, hoy asegura que no habrá conciliación.
Antes de convertirse en abogado de la Cancillería, Matallana se había mostrado de acuerdo con la posición de la saliente directora de la Agencia Nacional Jurídica de Defensa, Martha Lucía Zamora,
sobre adjudicar a un único proponente el contrato de los pasaportes si cumplía con los requisitos.
“Doctora Marta Lucía, lamento mucho el incidente. Comparto su criterio en cuanto a que, cuando el único proponente cumple con todos los requisitos, debe ser adjudicatario del contrato. Se debe revocar la declaratoria desierta y adjudicar para reducir el riesgo de demanda”, fue la publicación de Matallana hace unos días.
¿Por qué cambió su posición? Sobre esto, el abogado aseguró en Caracol Ahora que, cuando él expuso ese trino, lo hizo "sobre un escenario de legalidad de toda la actuación”.
“El decreto reglamentario establece claramente que cuando se presenta un licitante y cumple con todos los requisitos, pues se le debe adjudicar el contrato, porque él hizo el esfuerzo, asumió los costos… Yo llego al proceso laboral final, en este momento, cuando yo llego al proceso, pues obviamente a mí me toca estudiar los documentos y, cuando yo estudio los documentos, es cuando yo no conocía la declaratoria desierta en su contenido y, mira, la declaratoria desierta en su contenido lo que está es reflejado esto que yo le estoy contando, que se defraudó la libre competencia”, explica.
Y enfatiza que él está "dando opiniones en derecho”.
Sobre la posibilidad de que el Estado tenga que responder por la demanda anunciada por Thomas Greg & Sons, afirma que “es defendible el acto de declaratoria desierta y, si se mantiene la presunción de legalidad, no hay lugar a reparar ni a adjudicar”.
La otra declaración polémica del abogado Matallana es que él mismo acepta que la Cancillería abrió una licitación que era ilegal.
“Sí, exactamente, (si es ilegal) es la manera de poder defender la declaratoria desierta, porque ahí se reconoce que ese proceso terminó incidiendo en un solo proponente”, indica Matallana, agregando que el Estado no tendrá problemas porque “el derecho público le permite corregir sus errores en cualquier momento”.
Vea aquí la entrevista completa:
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