Con una ocupación de las camas UCI por encima del 90 por ciento y la alerta roja en la red hospitalaria por el incremento de casos de COVID-19 , la Alcaldía de Cali ordenó el confinamiento estricto de los caleños este fin de semana.
"Un toque de queda extendido que empieza a la una de la tarde y va hasta el próximo lunes a las cinco de la mañana. Este toque de queda indica que las familias que viven en Cali deben estar me su hogares”, dijo Carlos Rojas, secretario de Seguridad de la capital del Valle del Cauca.
El decreto también prohíbe la realización de todo tipo de reuniones sociales, así sean en el hogar, y restringe la venta y consumo de licor. Las autoridades hacen un llamado a la conciencia ciudadana, pero advierten que habrá sanciones a los indisciplinados.
“Aquellas personas que no puedan justificar este desplazamiento se harán acreedores a un comparendo que se eleva a la suma de un millón de pesos”, dijo el coronel Guillen Amaya, subcomandante de la Policía de Cali.
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Entre las excepciones se incluye la posibilidad de salir para abastecerse de alimentos, pero respetando el pico y cédula, además de la práctica deportiva de manera individual.
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“Para el día de mañana domingo, entre las seis de la mañana y las once, los deportistas que hacen práctica individual podrán salir a practicar estos deportes. Por ejemplo, los que hacen atletismo”, indicó Rojas.
Hasta las cinco de la tarde de este sábado se continuará con el proceso de vacunación contra el COVID-19, por lo que las personas que han sido citadas podrán movilizarse demostrando su agendamiento o con el carnet de inmunización.
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