Hay indignación en las Fuerzas Militares por una asonada de la que fueron víctimas varios soldados en la vereda Alto del Palo,
municipio de Caloto, Cauca, y que dejó 15 uniformados heridos.
Los militares de la tercera división del Ejército, con sus morrales y armadas con fusiles, fueron expulsados a gritos por personas que portaban machetes, palos y lanzaban piedras y botellas.
Los uniformados fueron acorralados y sufrieron todo tipo de agresiones y provocaciones. Un video muestra cuando un hombre, en medio de la tensión, agarró de manera agresiva a un soldado del morral.
Quince militares resultaron heridos por golpes con objetos contundentes y heridas con armas cortopunzantes. Entre ellos, un soldado que fue atacado con un machete en la cabeza.
En medio del tumulto, un hombre encapuchado cayó al piso, según las autoridades, al ser impactado con una botella. Sin embargo, esto no detuvo la asonada. Rastrillando los machetes en el suelo, la comunidad siguió avanzando y los militares, con sus armas y como pudieron, se cuidaron la espalda unos a otros.
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El general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca, señaló que la asonada en Caloto fue orquestada por el frente Dagoberto Ramos del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC, quienes habrían estado infiltrados en el medio de la población civil, que a su vez actuó tras amenazas de este grupo ilegal.
“Reciben todo tipo de amenazas las comunidades, envían a sus lugartenientes a cada una de las veredas y amenazan a toda la población. Si no acceden a esas salidas por parte de la población civil, ellos cobrarán unas multas”, explicó el general Mejía.
¿Qué dicen las autoridades civiles y representantes de varios sectores sociales del Cauca, luego de este nuevo hecho de violencia contra el Ejército en Caloto? “Hacemos un llamado a la comunidad de Caloto para que, a través de la concertación y el diálogo, podamos generar líneas de solución para que nuestra fuerza pública pueda regresar al territorio y brindarle la tranquilidad a nuestros habitantes ”, recalcó Octavio Guzmán, gobernador del Cauca.
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Agregó: “Tenemos que enviar un mensaje de que en este departamento del Cauca cabemos absolutamente todos y que la fuerza pública es un instrumento aliado importante para conseguir la paz territorial”.
“ El retiro de la fuerza pública automáticamente da pie para que los delitos de alto impacto, como la extorsión y otro tipo de delitos, puedan presentarse. Es pertinente que no permitamos que la fuerza pública sea retirada de manera violenta”, acotó Gerardo Arroyo, director del Consejo Gremial del Cauca.
Este 26 de febrero se llevó a cabo un consejo de seguridad donde participaron autoridades locales, departamentales y miembros de la fuerza pública para tomar que medidas garanticen la seguridad para la población civil y para los uniformados.
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