Ni la presencia física de Orlando Giraldo Uribe, un pensionado de 72 años al que Colpensiones da por muerto, ni un certificado de supervivencia, ha valido para que le reactiven el pago de su pensión que está suspendido desde hace cuatro meses.
Ledys Díaz, su esposa, asegura que desde el 17 de abril de este año su marido figura como fallecido a pesar de que “nadie me da un acta de defunción para decir que él murió. Lo tengo aquí a mi lado”.
El santandereano radicado hace 50 años en Barranquilla está en silla de ruedas, no habla, sufre de artrosis, diabetes, problemas cardíacos y hace dos años le dio una isquemia. Sin embargo, ADRES lo da por fallecido y en su EPS se encuentra el registro.
“Colpensiones dice que hasta que ADRES no le haga ese levantamiento de fallecido a vivo ellos no me van a pagar, entonces estamos en esa pelea”, explica la compañera sentimental de Orlando.
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Aunque esta familia ya fue a la Personería y a la Procuraduría para que intervengan en el caso, aún no se ha reflejado una propuesta clara que dé solución a esta problemática.