Colombia, con su rica historia, paisajes diversos y variedades de culturas, es un destino fascinante para los viajeros solitarios. Desde las playas caribeñas hasta las montañas de los Andes, aquí están algunas de las ciudades colombianas que debe considerar visitar en solitario.
Ciudades de Colombia para visitar solo
Bogotá: la capital de la cultura
La capital de Colombia, Bogotá, es una metrópolis multifacética con más de 400 años de historia. La Candelaria, su centro histórico, es uno de los puntos ideales que debe conocer.
De la misma manera, el Museo del Oro y la Catedral de Sal de Zipaquirá, que queda a unas horas de distancia a la capital, son paradas obligatorias para cualquier viajero interesado en la historia y la arquitectura.
Medellín: la Ciudad de la Eterna Primavera
La Ciudad de la Eterna Primavera ha superado su pasado conflictivo y se ha convertido en un centro cultural y moderno, conocida por su clima agradable durante todo el año, ofrece una experiencia ideal para el turista independiente.
Rodeada por las montañas de los Andes, ofrece vistas impresionantes. Visite la Comuna 13 para admirar el arte callejero y aprenda sobre la resiliencia de la ciudad en el Museo de la Memoria.
Publicidad
También, el Parque Explora y el Jardín Botánico son lugares perfectos para disfrutar de la naturaleza y la ciencia en un ambiente tranquilo y relajante.
Cartagena: la joya del Caribe
Solo en Cartagena, las personas pueden conocer el encanto del Caribe colombiano. La Ciudad Amurallada y el Castillo de San Felipe de Barajas lo transportan a otra época.
Publicidad
Fundada en el siglo XVI, esta ciudad amurallada es un tesoro histórico. Sus calles coloridas y edificaciones coloniales te transportarán a otra época. Además, Cartagena ofrece playas paradisiacas e islas cercanas para relajarte y disfrutar del sol.
Santa Marta y el Parque Tayrona: aventura y naturaleza
Para los amantes de la aventura y la naturaleza, Santa Marta y el Parque Nacional Natural Tayrona son destinos imperdibles.
Las caminatas por la selva y las playas vírgenes como Bahía Concha proporcionan una experiencia inolvidable y la oportunidad de desconectar del mundo exterior.