El cierre del piqueteadero de Doña Segunda, local de comida ubicado en el 12 de Octubre de Bogotá, ha generado diversas reacciones entre los miles de personas que han disfrutado de los platos de ese establecimiento por más de 60 años.
Doña Segunda y sus empleados han afirmado que han cumplido con todo lo que exige la ley.
La dueña del piqueteadero aseguró, en entrevista con Noticias Caracol Ahora, que es la primera vez que sellan su establecimiento comercial: “Ni siquiera por salud pública. Todo se ha cumplido con lo que ordena la ley, se han pagado impuestos, se han pagado multas”.
Insistió en que “pago mis impuestos, pago todo lo que la DIAN exige. Me parece que ahorita quedan 14 personas sin sueldo tres días, y de esas personas dependen más familias con hijos. Esa es mi preocupación”.
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Para Doña Segunda, el cierre de su piqueteadero le parece “injusto”.
¿Qué dijo la DIAN sobre cierres de establecimientos como el de Doña Segunda?
Tras el cierre del establecimiento, que volverá a abrir sus puertas este lunes 24 de junio, la Dirección de Impuestos y Aduana Nacional emitió un comunicado explicando las razones por las que un local comercial es sellado, que en este caso tendría que ver por incumplir con la expedición de la factura electrónica.
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“Los procesos comienzan con una visita de orientación y sensibilización que hace la DIAN, en la que se encarga de verificar que el comercio esté expidiendo factura electrónica. La entidad siempre se asegura de que el obligado a facturar cumpla los requisitos establecidos en el Estatuto Tributario, entre otros, para el caso de personas naturales que sus ingresos por ventas superen las 3.500 UVT, que corresponden a $148.442.000 (un promedio diario de $412.338)”, explicó la entidad.
Agregó que durante el año 2023 realizó más de 50.000 visitas “y solamente en 3.300 de ellas se formuló pliego de cargos, lo que lleva al posible cierre del establecimiento una vez se surte el debido proceso y se otorgan todas las garantías para el derecho de defensa”.
Según la DIAN, si en la visita los funcionarios “encuentran alguna irregularidad o incumplimiento, la entidad formula un pliego de cargos que el establecimiento puede responder exponiendo los motivos del incumplimiento y dando las explicaciones para evitar las sanciones. Para ello, el responsable tiene un plazo de 10 días hábiles”.
“Después de recibir los descargos, la DIAN, basada en las evidencias recogidas y las explicaciones del responsable, puede descartar el pliego de cargos (en este caso el proceso llega hasta este punto) o confirmarlo. Esta es una etapa que, de acuerdo con la ley, puede durar máximo seis (6) meses”, precisó.
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“Si los cargos se confirman, la entidad emite una resolución que sanciona al establecimiento con su cierre por tres (3) días. Una vez más, el comercio tiene 10 días hábiles para responder, esta vez para interponer un recurso de reposición con la intención que la sanción sea reconsiderada. (…) Si el fallo confirma la sanción, el cierre deberá ocurrir en los 10 días hábiles siguientes”, señaló. Esta sería la etapa en la que se encuentra el piqueteadero de Doña Segunda.
Para evitar el cierre de tres días, el establecimiento puede pagar una multa que “puede ser del 5%, del 10% o del 15% de los ingresos brutos operacionales del mes anterior a la fecha de la visita que desencadenó el proceso”, aclaró la DIAN, subrayando que los sellamientos “son el resultado de un proceso que agota cada una de las instancias en los tiempos establecidos por la norma, los cuales están sujetos a un riguroso sustento jurídico y probatorio”.
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La entidad de impuestos informó que en lo que va de 2024 se han cerrado 119 establecimientos de comercio “debido al incumplimiento de la obligación de facturar electrónicamente”.
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