El descenso en el nivel de los embalses en Bogotá tiene preocupado al Distrito, que advierte que en las próximas horas sostendrá varias reuniones de alto nivel para determinar cuál va a ser el camino a seguir, teniendo en cuenta tres puntos:
- La disminución del sistema Chingaza.
- El aumento de consumo de agua en las últimas semanas.
- Los resultados que ha tenido el racionamiento.
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Cabe recordar que, hasta hace dos meses, el sistema de racionamiento de agua en Bogotá se hacía a diario, con rotación por sectores cada nueve días, y se modificó a que fuera cada tercer día, con rotación cada 18 días.
En lo que insiste el Distrito por ahora es en el llamado a la ciudadanía para ahorrar agua en la capital de Colombia.
¿Qué opinan los habitantes de Bogotá frente al ahorro de agua?
Las opiniones de la ciudadanía sobre el actual ahorro de agua en Bogotá están divididas.
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“Yo creo que la gente no está comprometida como tal. Yo pienso que son muy poquitos los que hacemos ese esfuerzo”, asegura el vendedor Fredy Hernández.
“Estamos ahorrando porque hemos aprendido a sobrevivir ahorrando el agua”, aduce Eder Hoyos, mecánico.
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“Hay mucho desperdicio de agua, lavan carros en la calle, hacen cualquier cosa”, opina el vendedor Richard Guzmán.
El racionamiento es una estrategia que arrancó en el mes de abril de 2024, cuando los embalses presentaban niveles de descenso históricos y que hoy nuevamente encienden las alarmas.
¿Cuál es la situación del embalse de Chingaza?
Para el caso del sistema Chingaza, que abastece el 70% de agua de la capital, este sigue en descenso.
Alfred Ballesteros, director de la CAR Cundinamarca, explica: “El fenómeno de La Niña que se anunció en realidad no se ha consolidado y no hemos tenido hacia la Orinoquía, que es donde estos embalses se recargan, las precipitaciones requeridas. El embalse está hoy por debajo del 50% y con una tendencia descendente”.
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A lo anterior se suma que el consumo de agua en la ciudad aumentó.
Natasha Avendaño, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, explica: “Hemos estado con consumos muy superiores. Incluso, consumos cercanos al nivel que teníamos cuando arrancamos las restricciones en el mes de abril. Entonces, este es un llamado a la ciudadanía a que tenemos que seguir juntos por el agua”.
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Para la doctora en Oceanografía Andrea Devis Morales, la reacción de las autoridades frente a la crisis fue tardía: “Empezamos tarde, o sea, no debimos haber esperado a llegar a este punto crítico para empezar a actuar. Yo digo que si hubiéramos empezado con campañas mucho antes, hubiera sido menos grave”.
Devis cuestiona la variación de racionamiento: “Creo que el racionamiento diario se debió mantener, no tanto por la cantidad de agua que se pudiera haber ahorrado, sino porque era una manera de que nosotros los bogotanos entendiéramos que estábamos en una situación crítica. Cuando cambió esa modalidad de un día sí, un día no, de alguna manera la tendencia fue a pensar que ya superamos la situación”.
La meta proyectada por el Distrito era lograr un nivel del 70% del sistema Chingaza para el mes de octubre. Hoy, está al 50,88% y, ante la sequía, con pocas probabilidades de alcanzarla.
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